lunes, 12 de febrero de 2007

Neotaoísmo: los sentimentalistas- Capítulo XX


CAPÍTULO XX
NEOTAÍSMO: LOS SENTIMENTALISTAS

En su Glosa sobre el Zhuang Zi, Xiang Xiu y Guo Xiang hicieron una exposición teórica sobre el hombre que tiene una mente o espíritu que trasciende las distinciones de las cosas y que vive “de acuerdo con sí mismo pero no de acuerdo con otros”. Esta cualidad, en tal tipo de hombre, es la esencia de lo que los chinos llaman feng liu.

EL FENG LIU Y EL ESPÍRITU ROMÁNTICO

Con miras a comprender el concepto de feng liu, debemos volver al Shishuo Xinyu o Registros contemporáneos de nuevos discursos (abreviado como Shishuo)), una obra de Liu Yiqing (403-444), suplementada por Liu Jun (462-521). Los neotaoístas y sus amigos budistas de la dinastía Jin se hicieron famosos por lo que se llamaba en la época qing tan, “conversación pura” o “fina”. El arte de tal conversación consistía en expresar el mejor pensamiento, que solía ser taoísta, en el mejor lenguaje y la forma más concisa. Debido a su preciosa naturaleza, esta conversación sólo podía ser sostenida entre amigos de comparable y alto nivel intelectual. Se la consideraba por eso como una refinada actividad intelectual. El Shishuo es un registro de numerosas “conversaciones puras” de esa índole y de los participantes. Estos registros dan un vívido cuadro de los partidarios de las ideas feng liu de los siglos III y IV. Desde su compilación, por consiguiente, el libro ha sido una importante fuente para estudiar la tradición del feng liu.

¿Qué significa feng liu? Este término transmite una gran cantidad de ideas, pero es sumamente difícil de traducir con exactitud. Literalmente, las dos palabras que lo forman significan “viento” y “corriente”, que no parecen darnos mucha ayuda. Sin embargo, ellas sugieren algo de la libertad y la holgura que son características de la calidad de feng liu.

Confieso que aún no he comprendido plenamente el significado de las palabras “romanticismo” o “romantic” en inglés, pero sospecho que ellas son, en mayor o menor grado, equivalentes de feng liu. El feng liu está vinculado principalmente con el taoísmo. Esta es una de las razones por las cuales he dicho en el capítulo II que las tradiciones confuciana y taoísta en la historia china son, en cierta medida, equivalentes a las tradiciones clásica y romántica en Occidente.

Han (206 a.n.e.– 220 n.e.) y Jin (265- 420) son los nombres de dos diferentes dinastías en la historia china; y también, debido a sus muy diferentes características sociales, políticas y culturales, son designaciones de dos diferentes estilos de literatura y arte, y de dos diferentes modos de vida. El estilo Han está caracterizado por la dignidad y la grandiosidad; el de Jin por la elegancia y la libertad. La elegancia también es una de las características del feng liu.

“EL JARDÍN DEL PLACER DE YANG ZHU”

Ante todo hay que decir aquí algo sobre el séptimo capítulo da la obra taoísta Lie Zi, titulado “Yang Zhu” (traducido por Anton Forke como Yang Chu´s Garden of Pleasure). Como ya hemos visto en nuestro capítulo VI, lo que se dice en ese capítulo no puede representar el punto de vista del verdadero Yang Chu de la antigüedad. El propio Liezi, en realidad, es ahora considerado por los eruditos chinos como una obra del siglo III de nuestra era. De este modo su capítulo “Yang Zhu” debe ser también una producción de este período. Concuerda bien con la tendencia general de esa época y es expresión de un aspecto del feng liu.

En el “Yang Zhu”, se hace una distinción entre lo externo y lo interno. Así, el espurio “Yang Zhu” dice: “Hay cuatro cosas que no permiten que la gente tenga paz. La primera es larga vida, la segunda es reputación, la tercera es rango y la cuarta es riqueza. Los que tienen estas cosas temen a los fantasmas, temen a los hombres, temen la fuerza y temen el castigo. Ellos son llamados prófugos... Sus vidas son controladas por lo externo. Pero los que siguen su destino no desean larga vida. Los que no son amigos del honor no desean reputación. Los que no quieren poder no desean rango. Y los que no son avaros no desean riquezas. De este tipo de hombres puede decirse que viven en conformidad con su naturaleza... Regulan sus vidas por cosas internas.”

En otro pasaje se registra una conversación imaginaria entre Zi Chan, un famoso estadista del reino de Zheng, que vivió en el siglo VI a.n.e., y sus dos hermanos. Zi Chan gobernó durante tres años y lo hizo bien. Pero sus dos hermanos permanecieron fuera de su control; uno de ellos era amigo del vino y el otro de las faldas.

Un día, Zi Chan dijo a sus hermanos: “Las cosas en que el hombre es superior a las bestias y pájaros son sus facultades mentales. A través de ellas alcanza la justicia y el decoro, y así le acuden la gloria y la posición social. Ustedes sólo se dejan llevar por lo que excita sus deseos y dan rienda suelta sólo a sus deseos licenciosos, poniendo así en peligro sus vidas y naturalezas...”

A esto respondieron los hermanos: “Si uno desea poner en orden las cosas externas, éstas no quedan necesariamente bien ordenadas y su persona se encuentra en apuros. Pero si uno trata de poner en orden lo interno, las cosas externas no quedan necesariamente en desorden y la naturaleza de su persona queda libre y desahogada. Tu sistema de regular las cosas externas funcionará temporalmente y en un solo reino, pero no está en armonía con el corazón humano. Nuestro método de regular lo que es interno, al contrario, puede ser extendido al mundo entero, y (cuando ya lo esté)) no se requerirá de príncipes ni de ministros.”

Lo que este capítulo llama “regular lo interno” corresponde a lo que Xiang-Guo llaman “vivir de acuerdo con sí mismo”; lo que este capítulo llama “regular las cosas externas” corresponde a lo que Xiang-Guo llaman “vivir de acuerdo con otros”. Uno debe vivir de acuerdo con sí mismo, y no de acuerdo con otros. Esto quiere decir que uno debe vivir de acuerdo con su propia razón o impulso, y no de acuerdo con los hábitos y normas morales de la época. Para usar una expresión común de los siglos III y IV, uno debe vivir de acuerdo con el zi ran (lo espontáneo, lo natural), y no de acuerdo con el mingjiao (instituciones y normas morales). Todos los neotaoístas coinciden en esto. Pero existe una diferencia entre los racionalistas y los sentimentalistas. Los primeros, representados por Xiang-Guo, subrayan el vivir de acuerdo con la razón, y los segundos, representados por los filósofos que serán mencionados más adelante, subrayan el vivir de acuerdo con el impulso.

La idea de vivir de acuerdo con el impulso es expresada en forma extrema en el capítulo “Yang Zhu”. En un pasaje leemos que Yan Pingzhong le preguntó a Guan Yiwu (ambos estadistas del reino de Qi pero no contemporáneos) por la cultivación de la vida. “Guan Yiwu respondió: ´La única manera es darle libre curso, sin detenerla ni obstruirla´. Yan Pingzhoong preguntó: ´¿Y en detalle? ´Guan Yiwu respondió: ´Permitir que el oído oiga cualquier cosa que quiera oir. Permitir que la vista vea todo lo que quiera ver. Permitir que el olfato huela lo quiera oler. Permitir que la boca diga todo lo que quiera decir. Permitir que el cuerpo goce de todo lo que quiera gozar. Permitir que la mente haga todo lo que quiera.

“ ´Lo que el oído quiere oir es música, y prohibirle oír música es obstruirlo. Lo que la vista quiere ver es belleza, y prohibirle ver lo bello es obstruirla. Lo que el olfato quiere oler es perfume, y prohibirle oler perfumes es obstruirlo. Lo que la boca quiere hacer es hablar sobre lo correcto y lo incorrecto, y prohibirle hacerlo es obstruir la comprensión. El cuerpo quiere gozar de alimentos ricos y ropas finas, y prohibirle gozar de ellos es obstruir las sensaciones del cuerpo. Lo que quiere la mente es ser libre, y prohibirle esta libertad es obstruir la naturaleza.

“ ´Todas estas obstrucciones son las principales causas de las vejaciones de la vida. Librarse de estas causas y divertirse hasta la muerte, durante un día, un mes, un año o diez años: esto es lo que llamo cultivación de la vida´.

“Gua Yiwu prosiguió: ´Ahora que le he expuesto sobre la cultivación de la vida, ¿qué decir sobre la manera de cuidarse de la muerte? ´Yan Pinzhog dijo: ´Cuidarse de la muerte es algo muy sencillo... Pues, cuando ya esté muerto, ¿qué me importará? Pueden incinerar mi cadáver, o arrojarlo a las aguas profundas, o enterrarlo, o dejarlo al aire libre, o lanzarlo envuelto en una estera hacia algún foso, o vestirlo con ropa principesca y vestidos bordados y colocarlo en un sarcófago de piedra. Todo depende del azar´.

“Dirigiéndose a Bao Shu y Huang Zi, Guan Yiwu dijo: ´Nosotros dos hemos hecho así algún progreso en el modo de vivir y de morir´ “.

VIVIR DE ACUERDO CON EL IMPULSO

Lo que el capítulo”Yang Zhu” describe aquí representa el espíritu de la época Jin, pero no la totalidad o lo mejor de ese espíritu. Porque en este capítulo, como fue explicado arriba, “Yang Zhu” parece estar interesado principalmente en la búsqueda del placer más bien vulgar. Desde luego, la búsqueda de tal placer, para el neotaoísmo, no es necesariamente despreciable. Sin embargo, si se considera esto como nuestro único propósito, sin ninguna comprensión de lo que “trasciende las formas y figuras”, para usar la expresión neotaoísta, esto apenas puede ser llamado feng liu, en el mejor sentido del término.

En el Shishuo hay un relato sobre Liu Ling (¿221?- ¿300?), uno de los Siete Sabios del Bosque de Bambú (siete letrados famosos que se reunían con frecuencia para conversar y departir en un bosquecillo de bambú). El relato dice que Liu fue criticado porque solía permanecer completamente desnudo cuando estaba en su habitación. Li replicó: El universo entero es mi casa y mi habitación es mi ropa. ¿Por qué se meten ustedes en mis pantalones?” (capítulo XXII) De este modo Liu Ling, aunque buscaba el placer, tenía un sentimiento de lo que está más allá del mundo, es decir, el universo. Este sentimiento es esencial para la cualidad del feng liu.

Los que tienen este sentimiento y cultivan su mente en el taoísmo, deben tener una sensibilidad más sutil del placer y necesidades más refinadas que las meramente sensuales. El Shishuo registra numerosas actividades no convencionales de los letrados de esa época. Ellos actuaban de acuerdo con sus impulsos, pero sin buscar la sensualidad por sí misma. Uno de los relatos del Shishuo dice: “Wang Huizhi (fallecido aproximadamente en el año 388, hijo del más grande calígrafo de China, Wang Xizhi) vivía en Shanyin (cerca de la actual ciudad de Hangzhou). Una noche fue despertado por una fuerte nevada. Al abrir la ventana, vio una blancura fulgurante en los alrededores... Súbitamente vino a su memoria su amigo Dai Kui. De inmediato, tomó una barca y fue a ver a Dai. Necesitó toda la noche para llegar a la casa de Dai, pero, precisamente cuando iba a llamar a la puerta, se detuvo y retornó a su casa. Cuando le preguntaron por la razón de este acto, explicó: “Salí impulsado por el placer; éste ya se acabó, y por ello regreso. ¿Por qué debo ver a Dai?” (capítulo XXIII.)

El Shishuo cuenta que Zhong Hui (225- 264, estadista, general y escritor) lamentaba no haber tenido la oportunidad de reunirse con Ji Kang (223- 262, filósofo y escritor). Por consiguiente, un día fue con varias otras personalidades a visitarlo. El pasatiempo de Ji Kang era forjar metal, y Zhong Hui lo encontró trabajando bajo un gran árbol. Xiang Xiu (autor de la Glosa sobre el Zhuangzi descrita en el capítulo anterior) ayudaba a Ji Kang avivando el fuego con un fuelle. Ji Kang siguió martillando como si nadie hubiese llegado. El anfitrión y los huéspedes no intercambiaron una sola palabra durante algunos momentos; pero, cuando Zhong Hui iba a marcharse, Ji Kang le preguntó: “¿Qué oyó usted para venir y qué ha visto usted para irse?”. A esto respondió Zhong Hui: “Oí lo que oí y vine, y he visto lo que he visto y me voy.” (capítulo XXIV.)

Los hombres de la dinastía Jin admiraban la belleza física y espiritual de una gran personalidad. Ji Kang era famoso por su personalidad, que era comparada por algunos con una montaña de jade y por otros con un pino solitario. (Shishuo, capítulo XIV.) Esto fue, tal vez, lo que Zhong Hui oyó y vio.

He aquí otra anécdota en el Shishuo: “Wang Huizhi viajaba en barca, y se topó con Huan Yi que viajaba por tierra a lo largo de la orilla. Wang Huizhi estaba enterado de la fama de Huan Yi como flautista, pero no lo conocía personalmente. Cuando alguien le dijo que el que viajaba por la orilla era Huan Yi, Wang envió un mensajero para pedirle que tocara la flauta. Huan Yi también había oído hablar de Wang Huizhi, así que bajó de su carroza, se sentó en una silla y tocó tras piezas. Luego subió a su carroza y se fue. Los dos hombres no intercambiaron ni una palabra.” (capítulo XXIII.)

Ellos no hicieron esto porque desearan gozar únicamente de la pura belleza de la música. Wang Huizhi le pidió a Huan Yi que tocara la flauta porque sabía que podía tocarla bien; y Huan Yi tocó porque sabía que Wang podía apreciar su interpretación. Cuando esto fue hecho, ¿de qué se podía hablar?

El Shishuo contiene una anécdota sobre Zhidun (314- 336), famoso monje budista, a quien le gustaban las grullas. Una vez un amigo le dio dos grullas jóvenes. Cuando las aves crecieron, Zhidun se vio obligado a cortarles las plumas de las alas para que no pudieran irse volando. Las grullas quedaron desalentadas. Zhidun, decepcionado, dijo: “Si ellas tienen alas que pueden alcanzar el cielo, ¿cómo podrían estar contentas siendo favoritas del hombre?” Por eso, cuando las plumas de las grullas crecieron de nuevo, Zhidun las dejó irse. (capítulo II.)

Otra anécdota nos habla de Ruan Ji (210-263, filósofo y poeta) y su sobrino Ruan Xian, dos de los Siete Sabios del Bosque de Bambú. Todos los miembros de la familia Ruan eran grandes bebedores y, cuando se reunían, no usaban copas: simplemente se sentaban alrededor de una enorme tinaja de vino y bebían de ella. Cuando los cerdos también se acercaban para beber, los Ruan bebían junto a ellos.

La simpatía de Zhidun por las grullas y la indiscriminada generosidad de los Rua para con los cerdos muestran que ellos tenían un sentimiento de igualdad y no hacían ninguna diferenciación entre ellos mismos y las cosas de otra naturaleza. Este sentimiento es esencial para la cualidad del feng liu y ser artista. Porque un verdadero artista debe ser capaz de imprimir sus propios sentimientos en el objeto que pinta y de expresarse por medio de él. Zhidun no deseaba ser él mismo juguete de los hombres y atribuyó este sentimiento a las grullas. Aunque no se sabe si Zhudun era un artista, en este sentido fue un verdadero artista.

EL FACTOR EMOCIONAL

Como henos visto en el capítulo X, de acuerdo con Zhuang Zi, el sabio no tiene emociones. Tiene una alta comprensión de la naturaleza de las cosas y, por consiguiente, no es afectado por sus cambios y trasformaciones. “Dispersa la emoción con la razón”. El Shishuo registra a muchas personas que no tenían emociones. El más famoso caso es el de Xie An (320-385). Cuando él era primer Ministro en la corte de Jin, el ejército de Qin Anterior lanzó una ofensiva en gran escala contra Jin. Su ejército estaba bajo el mando personal del emperador de Qin. Era tan grande el ejército que el emperador se jactaba diciendo que si sus soldados arrojaban sus látigos al río Changjiang, podrían bloquear su curso. El pueblo de Jin se alarmó mucho, pero Xie An, con calma y sosiego, nombró a uno de sus sobrinos, Xie Xuan, para comandar un ejército contra los invasores. En la famosa batalla del río Feishui, en el año 383, Xie Xua logró una victoria decisiva y expulsó a los hombres de Qin.. Cuando la noticia de la victoria final llegó a Xie An, él estaba jugando al weiqi (“ajedrez de cerco”, “go”) con un amigo. Abrió la carta, la leyó, la dejó a un lado y continuó jugando. Cuando el amigo le preguntó qué noticias había del frente, Xie An, tranquilo como siempre, respondió: “Nuestros muchachos han derrotado decisivamente al enemigo.” (capítulo VI.)

El San Guo Zhi o Historia de los tres reinos, sin embargo, registra una discusión entre He Yan (fallecido en el año 249) y Wang Bi (226- 249), el más grande glosador del Laozi) sobre el problema de las emociones. He Yan, siguiendo la teoría original de Zhuang Zi, sostuvo que “el sabio no tiene alegría, ira, tristeza o júbilo”. En esto fue secundado por Zhong Hui (el hombre que fue a visitar a Ji Kang en la anécdota arriba mencionada). Wang Bi, sin embargo, sostuvo una opinión diferente. Según él, “aquello en que el sabio es superior a la gente común es el espíritu. Pero lo que el sabio tiene en común con la gente común son las emociones. El sabio tiene un espíritu superior y, por consiguiente, es capaz de permanecer en armonía con el universo y sostener comunión con el wu (es decir, el tao). Pero el sabio tiene emociones comunes, y por eso responde a las cosas con alegría o pesar. Responde a las cosas, pero no se deja enredar por ellas. Es erróneo decir que porque el sabio no se deja enredar, no tiene emociones.” (capítulo XXVIII, Glosa.)

La teoría de Wang Bi puede ser resumida en la declaración de que el sabio “tiene emociones pero no enredos”. Lo que esta declaración significa exactamente, Wang Bi no lo deja en claro. Más tarde sus implicaciones fueron desarrolladas en mucho por los neoconfucianos, y tendremos una oportunidad de analizarlas en el capítulo XXIV. Por ahora necesitamos señalar simplemente que, aunque muchos neotaoístas eran muy racionales, también había otros muy sentimentales.

Como se señala arriba, los neotaoístas subrayaban la sensibilidad sutil. Con esta sensibilidad, unida a la ya mencionada teoría de la autoexpresión, no es sorprendente que muchos dieran libre salida a sus emociones y que estas emociones surgieran en cualquier momento.

Un ejemplo es la anécdota del Shishuo sobre Wang Rong (234- 305), uno de los Siete Sabios del Bosque de Bambú. Wang perdió un hijo, su amigo Shan Jian fue a darle la condolencia. Wang no podía dejar de llorar, por lo cual Shan le dijo: “Si era solo un bebé, ¿por qué se porta así?” Wang Rong replicó: “El sabio olvida las emociones, y la gente inferior (que es insensible) no llega a tener emociones. Son los hombres como nosotros los que tienen las más grandes emociones.” Shan Jian estuvo de acuerdo y se puso a llorar también. (capítulo XVII.)

Este dicho de Wang Rong explica muy bien por qué muchos neotaoístas eran sentimentalistas. En la mayoría de los casos, sin embargo, ellos eran sentimentales no por alguna pérdida o un logro personal, sino por algún aspecto general de la vida o del universo. El Shishuo dice que Wei Jie (286- 312), conocido por tener la más hermosa personalidad de su época), cuando iba a cruzar el río Shangjiang, se sintió muy deprimido y dijo: “Cuando veo este vasto (río), siento que sentimientos de todo tipo se congregan en mi mente. Como no carezco de sensibilidad, ¿cómo puede uno soportar estas emociones?” (capítulo II.)

El Shishuo también registra que cada vez que Huan Yi, el flautista arriba mencionado, oía a la gente cantando, exclamaba: “¡Qué puedo hacer yo!” Xie An oyó esto y observó: “En verdad, puede decirse que Huan Yi tiene profundos sentimientos.” (capítulo XXIII)

Debido a esta sensibilidad sutil, estos hombres dotados del espíritu feng liu solían ser impresionados por cosas que por lo común no impresionaban a otros. Ellos tenían sentimientos sobre la vida y el universo en su conjunto, y también sobre su propia sensibilidad y sus sentimientos. El Shishuo nos cuenta que cuando Wang Qin subió al monte Maoshan (en la actual provincia de Shandong), lloró y dijo: “Wang Boyu (él mismo) de Langya debe morir finalmente por sus emociones.” (capítulo XXIII.)

EL FACTOR DEL SEXO

En Occidente, el romanticismo suele contener un elemento sexual. El término chino feg liu también implica un aspecto sexual, especialmente en su uso tardío. La actitud de los neotaoístas de Jin hacia el sexo, sin embargo, parece haber sido puramente estética más que sensual. Como ilustración, el Shishuo nos cuenta que el vecino de Ruan Ji tenía una mujer muy bella. El vecino era un comerciante de vino, y Ruan Ji frecuentaba su casa para beber con la esposa. Cuando Ruan se emborrachaba, dormía al lado de ella. El marido, en u principio, naturalmente se incomodó por tal comportamiento, pero después comprobó que Ruan Ji se limitaba a dormir al lado de su esposa. (capítulo XXIII.)

El Shishuo dice en otro pasaje que Shao Tao (205- 283). Estadista y general), Ji Kang y Ruan Ji eran grandes amigos. La esposa de Shan Tao, Han, se dio cuenta de la íntima amistad de los tres y le preguntó a su marido por ellos. Shan Tao dijo: “En la actualidad, ellos son los únicos hombres que pueden ser mis amigos.” En la China de entonces no se permitía que los amigos vieran a la esposa de uno y por eso Han le pidió a su esposo que la dejara verlos secretamente. Cuando los dos hombres volvieron a visitar a Shan, su esposa les preparó una comida y observó a los huéspedes durante toda la noche a través de un agujero en la pared. Por la mañana, Shan fue al cuarto de su esposa y le preguntó: “¿Qué piensas de ellos?” Ella contestó: “En talento no puedes igualarlos; pero, gracias a tus conocimientos, puedes hacer amistad con ellos.” Shan Tao observó: “Ellos también consideran que mi conocimiento es superior.” (capítulo XIX.)

Así, tanto Ruan Ji como la señora Han parecían gozar de la hermosura del sexo contrario sin ninguna inclinación sensual, y puede decirse que ellos gozaban de la hermosura olvidándose del elemento sexual.

Estas son las características del espíritu feng liu de los neotaoístas de Jin. Según ellos, el feng liu se derva del zi ran (espontaneidad, naturalidad), y el zi ran está en oposición al ming jiao (normas morales e instituciones), que forman la tradición clásica del confucianismo. Incluso en este período, sin embargo, cuando el confucianismo estaba eclipsado, el famoso erudito y escritor Yue Guang (fallecido en el año 304) dijo: “En el ming jiao, también hay fundamentalmente espacio para la felicidad.” (Shishuo, capítulo I.) Como veremos en el capítulo XXIV, el neoconfucianismo fue un intento de encontrar tal felicidad en el ming jiao.